jueves, 8 de noviembre de 2012

Sobre el "8N"; el eterno retorno

Las soluciones caen fuera del sistema, por lo que es tiempo de involucrarse en un proyecto de transición que siente las bases para transformar, de una vez para siempre, la estructura capitalista dependiente, la verdadera madre del borrego.
Se acerca el fin de año y la situación económica tiende a complicarse. Los economistas, sean defensores de las políticas en curso o viejos escuderos del neoliberalismo emiten sus diagnósticos y proyecciones, obviamente contrapuestos, pero llama la atención que todos comparten la tendencia a explicar el todo por la parte. Aun con sus diferencias, presentan la economía de un país como una sucesión de momentos (mejores o peores) y no como un proceso que se desenvuelve históricamente y condicionado por la confrontación de intereses entre las naciones imperialistas y los países del capitalismo dependiente, estos últimosa su vez cruzados por su propia lucha de clases. Todos están a la pesca de un número, una estadística o una circunstancia fortuita que demuestre la razonabilidad de sus previsiones para el ciclo 2013. Sean burgueses reformistas o reaccionarios, el fondo de la cuestión es que en última instancia todos comparten una misma matriz de pensamiento fundada en las relaciones de producción imperantes. Y es sabido que si en algo se ha distinguido la burguesía es en instalar una falsa conciencia absolutamente funcional a su reproducción como clase, basada en innumerables mitos que se cuelan en el pensamiento de todos, incluso de los bien intencionados que se creen vacunados ante tal posibilidad.
Estructura y coyuntura
Cuando los males que se creían superados reaparecen tozudamente, como por ejemplo la virtual escasez de dólares para solventar deuda e importaciones, pasa que se cruza lo temporal con lo estructural poniendo en crisis las certezas teóricas. La primera consecuencia cuando surge la duda es que pierden fuerza los impulsos progresistas y muchos dentro del oficialismo se vuelcan a las recetas tradicionales, aun cuando nominalmente las cuestionan.
Al reaparecer el problema que se creía superado toma relevancia la puja sobre modelos de desarrollo que se ha reinstalado en el escenario político, con movilización de masas incluida (8N). Entonces afloran las contradicciones dentro del gobierno, que intenta capear el temporal a puro voluntarismo, pero carente de definiciones estratégicas, desplegando una serie de medidas de ocasión, algunas literalmente correctas, pero desarticuladas (control de cambios e importaciones, recuperación parcial de YPF, etcétera) a la par de inaceptables concesiones al empresariado (Ley ART). El saldo de tales acciones es cierta solución del corto plazo que da aire en la coyuntura, pero hipoteca el futuro. En definitiva, el oficiar de bomberos es lo que se impone al no haber realizado las transformaciones necesarias cuando las condiciones eran las oportunas porque se gozaba de apoyo popular, holgura fiscal y un ingente ingreso de divisas. En este marco y en vísperas de la movilización de derecha, cabe señalar que la legítima arremetida contra el Grupo Clarín que fogonea el gobierno aparece como un capricho o una venganza política y no como parte de una confrontación más global que debe dirigirse contra el total de las corporaciones y monopolios. Al respecto sería bueno dejar de referirse a “la corpo” como si fuera un hecho único y denunciar a “las corporaciones”, expresión del creciente grado de concentración y extranjerización de nuestra economía.
El tiempo pasa y nos podemos quedar solos
Es incuestionable que a partir de la crisis de 2008 se empezó a angostar el margen de acción para promover una alianza entre los trabajadores y las pymes que fuese soporte social de una pujante acción estatal por sobre la regulación y el arbitrio de la economía. Nos referimos a un Estado empresario que tomase en sus manos lo que por la inexistencia de una burguesía nacional nunca se hizo, desarrollar las fuerzas productivas con sentido soberano y justicia distributiva.
Con el pasar del tiempo tal meta se complejiza, en primer lugar porque requiere disputar con el capital concentrado que hegemoniza el 80 por ciento del aparato productivo y financiero y retomar el control y la dirección total de las empresas estratégicas. Es difícil, pero hay con qué empezar. Se cuenta con el apoyo electoral (variable relativa) y con una correlación de fuerzas favorables en las cámaras lo que ofrece inigualables posibilidades para imponer un conjunto organizado de políticas, un programa o plan, mayormente encaminado a establecer un marco político e institucional de soporte para encaminar la especialización comercial e industrial que un modelo soberano requiere. Para ello el principal énfasis debe ponerse en estimular la producción de bienes de capital como eje de un obligatorio proceso de sustitución de importaciones y en la diversificación de las exportaciones a partir de equilibrar el peso que impone el alto valor de los productos agrarios en desmedro de los industriales. Solo así se podrían contrarrestar los efectos paradójicos que devienen de los buenos precios de las materias primas, que al ser fuente creciente de divisas propician tendencias a la primarización, lo cual lamentablemente da aire a los abanderados del modelo agroexportador.
La dura experiencia que deviene del carácter dependiente de nuestra estructura, ha mostrado en la última década que así como el país se benefició en términos macroeconómicos, porque la extraordinaria demanda mundial de alimentos y los favorables términos de intercambio permitieron que se supere transitoriamente la restricción externa, hubo ciertos deslizamientos de la decisión política a recostarse demasiado sobre esa única vía, alimentando el despliegue sojero y restarle atención a la profundización del intento industrializador que tuvo su primer momento virtuoso en 2003, al desplazar a la valorización financiera del centro de la lógica de acumulación capitalista.
En síntesis, el no definir cabalmente el tipo de industria a desarrollar y su íntervinculación con el sector agrario, más una correlativa nueva matriz energética y de transporte y además el carácter de la inserción del país en el comercio internacional, ha llevado a que la revalorización de los sectores productivos que protagonizó el kirchnerismo en su primera etapa haya quedado inconclusa y limitada a sectores procesadores de materias primas y armaduría automotriz, este último ultradeficitario.
Por tal motivo, aun cuando el kirchnerismo supo generar una dinámica de crecimiento y progreso social sustentado en la expansión del mercado interno y respaldado por magníficas condiciones externas, el atraso en introducir transformaciones radicales en la matriz productiva ha tenido como resultado que a la par del fuerte crecimiento del PBI se disparó por encima de lo sustentable la demanda de productos importados y energía, con un alto componente de bienes de capital e intermedios que no fueron sustituidos oportunamente y son necesarios para el funcionamiento de la industria. Vale como ejemplo que mientras las exportaciones en el tramo 2002/2011 aumentaron a una tasa anual promedio del 13.8 por ciento, las importaciones alcanzaron un 26.4 por ciento, es decir, casi el doble. Hoy, si bien es constatable que a nivel de cifras esta situación se ha morigerado, por obra de los controles cambiarios y las trabas a las importaciones, ha sido un triunfo pírrico ya que las políticas aplicadas han inducido un freno en la actividad económica, con mayor impacto en los segmentos más débiles de la cadena industrial que son los generadores de empleo, lo cual se suma a los inentendibles recortes a la obra pública (en los últimos tres meses se evidenció un marcado descenso de la inversión en este frente) y al ajuste contractivo sobre los bolsillos populares que generó el atraso en resolver paritarias, ganancias y actualización de planes sociales.
De ahí que suena hueco que se presente como un éxito haber alcanzado durante este año un superávit comercial de once mil millones de dólares, porque el lado oscuro es la incertidumbre que generan las últimas estimaciones del Indec con respecto a la continuidad de la racha negativa de la actividad industrial y la construcción, lo cual juega a favor de los sectores retardatarios que insisten en que la solución pasa por devaluar, volver al mercado de capitales, captar inversiones extranjeras y dedicarse a agregar valor a los recursos naturales.
Dónde está el problema
Queda así expuesto que el problema de la restricción externa esta vez no es repetición de épocas pasadas donde el comercio internacional era desfavorable para los productores primarios y los gobernantes optaban explícitamente por ajustar a la población, sino que este mal endémico reaparece por la falta de un plan rodeado de movilización social, que proponga políticas activas articuladas en una estrategia nacional de desarrollo, dirigidas a romper con el esquema capitalista dependiente que engendra la circularidad que significa no salir de la alternancia entre etapas de virtual avance y recurrentes retrocesos. Lo que pone en evidencia que el crecimiento de una economía no es de por sí sinónimo de desarrollo y mucho menos de equidad e igualdad en el usufructo de la renta nacional.
A esa ciclotimia irresuelta se refiere la frase “stop and go” que suelen utilizar los variopintos economistas heterodoxos cuando quieren describir los ciclos con que históricamente se ha desenvuelto la economía argentina.
Una observación acertada pero sin mayores precisiones en cuanto a las razones por las cuales se ha cristalizado una estructura productiva desequilibrada y regresiva que tiende constantemente a consolidar la hegemonía de los sectores más concentrados y extranjerizados del entramado económico, que son los que además fueron secando de dólares al país mediante la incontrolada remisión de utilidades al exterior y también con prácticas ilegales de sub y sobrefacturación, hoy todavía en uso para sortear los controles que fueron aplicados durante 2012.
El estancamiento relativo del crecimiento y formalización del empleo y la espiral creciente de precios y salarios muestran, más allá de voluntarismos discursivos, un techo hasta ahora infranqueable por el kirchnerismo, que intenta, pero no logra, establecer políticas de ataque para resolver el problema en un sentido nacional y popular. La pregunta es si esto es así porque la solución cae fuera del sistema, lo que implicaría cruzar la línea que separa la autorreferencialidad burguesa para involucrarse en un proyecto de transición que siente las bases para transformar de una vez para siempre la estructura capitalista dependiente, la verdadera madre del borrego.
Dichos y hechos
Por honestidad intelectual y actitud militante nuestro posicionamiento no puede dejar de ser crítico, lo cual nos obliga a confrontar dichos con hechos y con procesos. Por eso, sin duda nos alegramos de que el viceministro Kicillof, en ocasión de la presentación del presupuesto 2013 en el Senado, haya dado un paso más adelante de cuando estuvo en la Cámara Baja al afirmar que el objetivo principal de la administración kirchnerista es “revertir la etapa neoliberal” y “reindustrializar el país”, al tiempo que aclaró que no hubo país que lo haya logrado “sin la fuerte presencia del Estado”. Pero se nos abre un espacio de duda al constatar los atrasos referidos, las medidas a contrapelo y tampoco observar avances en el diseño de un plan maestro. Por el contrario, lo que hay es una sucesión de medidas de ocasión, algunas en la dirección correcta y otras francamente a contramano, que señalan que no hay unanimidad dentro del grupo de funcionarios que deciden las políticas.
Es sin duda tiempo de decisiones y apostamos a que el espacio de Unidos y Organizados sea ámbito de debate de esta problemática y motor de los cambios.

Restricción externa: el eterno retorno (Editorial de Nuestra Propuesta del 8 de noviembre de 2012)

viernes, 26 de octubre de 2012

EL PC RECHAZA EL PROYECTO MODIFICATORIO DE LAS ART.

EL PARTIDO COMUNISTA RECHAZA EL PROYECTO MODIFICATORIO DE LAS ART. 
TAL COMO ESTA PROPUESTO Y SUGIERE LA REALIZACION PREVIA DE UN AMPLIO DEBATE CON PARTICIPACION DE LOS TRABAJADORES Y SUS ORGANIZACIONES.

Al exponer en un plenario de las comisiones de Legislación del Trabajo, de Presupuesto y de Legislación General de la Cámara
de Diputados, donde se debate la modificación de la ley sobre el funcionamiento de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) que ya cuenta con sanción del Senado, el Ministro de Trabajo aseguró que la norma vigente –cuya modificación será tratada por la Cámara el próximo 24 de octubre- "discriminaba al trabajador y no tenía el carácter de reparación integral".
Afirmó también que "el mayor nivel de conflictividad de la ley actual está centrado en el sistema indemnizatorio de los trabajadores" y sostuvo que "la reparación integral de esta situación "no podía resolverse por decreto". Además afirmó que el gobierno nacional "desarrolla una legislación laboral protectora" y que el proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo "está en línea con un gobierno "que enfrentó claramente las políticas de los 90". Por lo tanto estimó que "es una respuesta dada a la perspectiva de mejorar derechos".
En primer lugar, el Partido Comunista destaca como un aspecto positivo que el proyecto prevea la actualización de los pagos mínimos, el ajuste semestral que en algo evita que se pierda el carácter resarcitorio del beneficio, que se conmuten intereses desde el momento del accidente y el aumento del 20% de la suma.
Sin embargo el proyecto deroga la llamada "doble vía" que está vigente en las normas actuales, o sea, la posibilidad actual de cobrar la indemnización tarifada de la ART y, si el trabajador o los familiares la consideran injusto, reclamar un resarcimiento mayor en la Justicia laboral. Si bien esta doble vía dio lugar a una llamada “industria del juicio” que facilitaba la acción pretendidamente legal de algunos poderosos estudios de abogados, con este proyecto se obliga al trabajador accidentado a percibir lo que la ART considere que hay que pagarle y si lo hace debe renunciar a recurrir a la justicia con el fin de recuperar la indemnización faltante si es que considera que el pago recibido no es compensatorio.
De esa manera, el trabajador sufre una especie de chantaje ya que, por la necesidad que tiene de contar con el dinero a fin de enfrentar las consecuencias derivadas del accidente y sus propias necesidades cotidianas, se ve obligado a aceptar lo que le otorgue la ART, que casi siempre resultó menor de lo que realmente corresponde, renunciando a un posterior justo reclamo resarcitorio por vía de la justicia laboral.
Por si fuera poco, otro cambio que incorpora la norma es que se transfiere el reclamo judicial de un conflicto del trabajo del fuero laboral –que lleva un trámite más rápido medido en tiempo real- al fuero civil, que es lo mismo que llevarlo a un lapso de largos años.
Además, el proyecto posibilita, también, la formación de las llamadas ART-Mutuas sin fines de lucro, entre las entidades de empresarios y los sindicatos. Esa norma, si realmente existiera democracia sindical que permitiera un efectivo control de los trabajadores sobre los circunstanciales dirigentes que ocupan hoy la cúpula de la mayoría de los sindicatos y la propia CGT, podría considerarse como un paso positivo. Pero los negociados comprobados que existen entre las Cámaras patronales y los dirigentes (véase por ejemplo el caso Pedraza en la U.F. o Zanola en Bancarios o la situación de una gran cantidad de Obras Sociales Sindicales) ponen, a nuestro juicio, una gran duda acerca del futuro de esas ART-Mutuas, pretendidamente funcionando “sin fines de lucro”.
En consecuencia, proponemos que la norma a sancionarse, sea puesta a consideración de los asalariados por medio de asambleas sindicales recabando opiniones e ideas sobre el proyecto y permitiendo, como ocurrió con la Ley de Medios, una amplia participación de los sujetos comprendidos en la ley a tono con un avance democrático. 
Buenos Aires, 10 de octubre 2012

miércoles, 10 de octubre de 2012

Con quién se enfrentó Chavez y cuáles son los desafíos de la Revolución




TODO LO QUE USTED QUERÍA SABER SOBRE VENEZUELA (Y SE ATREVIÓ A PREGUNTAR)

¿Qué son más interesantes, las conferencias o las preguntas que se plantean después de ellas?  Reproduzco algunas que me formularon durante una gira por Europa, con las  respuestas.
En todas partes me inquieren: -¿Y la salud del Presidente?
         -Lo veo en plena posesión de sus facultades físicas y mentales.
         Cuando indagan sobre el sistema electoral venezolano, les leo la declaración donde el ex presidente Carter afirma que es uno de los más perfectos del mundo, mientras que el de Estados Unidos es uno de los menos perfectos del planeta. 
         En Frankfurt, capital financiera de Europa, camino por calles donde se suceden los comercios en quiebra. En la Casa Sindical DGB Haus  un sindicalista inquiere: -¿Ha hecho algo Venezuela para romper la dependencia hacia los hidrocarburos?
-Culminó una campaña nacional para sustituir bombillos fotovoltaicos por fluorescentes. Tenemos dos represas hidroeléctricas gigantescas, la del Guri y la de Caroachi, y desde 2002 estamos construyendo la Manuel Piar, que ahorrará unos 25 millones de barriles de petróleo por año. Como en el resto del mundo,  apenas empezamos la sustitución por energías renovables, pero empezamos bien.
En el aeropuerto de Estocolmo un retrato mural glorifica a Ingmar Bergman, a quien las autoridades suecas persiguieron, humillaron públicamente y escarnecieron por una insignificante deuda de impuestos. En el II Seminario Nórdico de Medios de Comunicación y América Latina en el ABF-Huset, me inquieren sobre las medidas para frenar la agresión de los monopolios mediáticos contra las democracias.
-Legislación, para obligar a informar en forma veraz, imparcial y oportuna, limitar la emisión de publicidad, evitar la incitación al racismo y la discriminación racial y establecer la responsabilidad de los comunicadores. Emisoras alternativas, de servicio público  o  comunitarias, para equilibrar el abrumador predominio numérico de los medios privados. Educación del público, para enseñarle a descifrar los códigos mediáticos y advertir sus engaños.
En  el Centrum fur Marxistica Samballstudien un provocador con acento antillano me pregunta si estoy de acuerdo con implantar un sistema tipo cubano en Estocolmo.
-Estoy de acuerdo en que haya un sistema tipo cubano en Cuba.
         En Belgrado recorro avenidas donde todavía edificios públicos bombardeados permanecen como amasijos de cabillas y cascote incinerado, hasta la Academia Megatrends, donde un estudiante se queja: -Nos cobran matrículas educativas altísimas. 
-En Venezuela mucho más del 80% de los educandos cursan en institutos públicos, gratuitos en todos los niveles, salvo en algunos postgrados. Dedicamos mucho más del 6% del Producto Interno Bruto a la Educación; entre 2009 y 2011 la inversión educativa creció 1.800%. En la última década el gobierno ha creado 20 casas de educación universitaria, cuatro institutos universitarios de tecnología, 6 universidades politécnicas y 10 nuevas universidades; la matrícula  en educación superior se duplicó de 894.418 educandos en 2000 a 2.109.331 en 2009. Estudian 9.329.703 personas: uno de cada tres venezolanos.
También en  Belgrado  me preguntan: -¿Algunos movimientos derechistas que operaron en Serbia exportan sus tácticas a Venezuela?
-Nuestra derecha importa tanto  su ideología como sus símbolos. Algunos estudiantes acomodados usaron disfraces de manitas blancas, lucieron camisetas con el puño de Otpor, se bajaron los pantalones para enseñar el trasero. Pero el hábito no hace al gobernante.
En el Foro convocado por nuestra Misión en La Haya un diplomático inquiere:-¿Recibe la oposición financiamientos externos?
-La investigadora Eva Golinger ha demostrado que fondos de la USAID, del National Endowment for Democracy y de ONG foráneas mantienen a la oposición. En Wikileaks consta que varios opositores fueron a pedir dinero a la embajada de Estados Unidos, y como no les contestaron de inmediato, repitieron la petición en inglés.
Alguien se preocupa por el retiro de Venezuela de la Comisión y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.
-La OEA ha legitimado todas las intervenciones armadas de Estados Unidos contra América Latina y el Caribe; su Comisión de Derechos Humanos reconoció de facto la dictadura surgida del golpe de Estado del 2012 en Venezuela y no tomó medidas a favor del presidente legítimo, que se encontraba secuestrado. Ni Estados Unidos ni Canadá se han sometido nunca a esos organismos. Tampoco tenemos que someternos nosotros, sobre todo cuando intentan suplantar a nuestros tribunales y sentenciar en cuestiones que afectan el orden constitucional interno.
Largo rato tardo en convencer a una periodista de que no, el Consejo de Estado no decidirá la sucesión presidencial, de que el orden de suceder está en la Constitución Bolivariana, sancionada en referendo por la abrumadora mayoría de la población.
         En Hamburgo, durante un siglo destino de nuestras exportaciones de café y cacao, paso horas embriagadoras en el Museo Naval fotografiando   modelos de carabelas, navíos de línea, acorazados: todas las flotas con las cuales Europa irrumpió al asalto del mundo. En el Spanisches Kulturinstitut Cervantes  una dama se inquieta por la inseguridad.
-Hasta 2008 el Instituto Nacional de Estadística registraba unos mil homicidios por año. El año inmediato el INE hace una Encuesta sobre Percepción Ciudadana de Inseguridad entre 5.000 personas, las cuales opinan que en Venezuela habrá unos 19.000 homicidios anuales. Pero una opinión no es un homicidio. Por el contrario, la suma total de delitos bajó de 155.080 en 2009, a 143,774 en 2010 y 129.210 en 2012.  Todos los que hoy delinquen se formaron cuando mandaba la oposición. En ese entonces se podía enviar a un ciudadano a cumplir trabajos forzados  durante años mediante un simple memorando que lo acusara de no tener oficio o profesión conocida. También, se detenía ilegalmente a barrios completos, y se los liberaba a capricho.   Las mayores tasas delictivas se registran en estados donde la oposición gobierna: Zulia, Táchira, Carabobo, Miranda. El proceso bolivariano ha creado una Policía Nacional, una Universidad Experimental de la Seguridad y un Ministerio de Asuntos Penitenciarios.
Un obrero se refiere al generalizado desempleo, falta de habitaciones e irrespeto a los derechos del trabajador en Europa, que entre otras formas se manifiesta por la tercerización laboral.
-En Venezuela está en marcha un ambicioso plan para construir dos millones de viviendas para los trabajadores. El año 2011 las lluvias dejaron cien mil compatriotas sin hogar: se los ha alojado en ministerios, en edificios públicos, hasta en hoteles de lujo mientras se los provee de techo. A mediados de los noventa, un acuerdo entre el gremio patronal, la cúpula sindical y el gobierno privó a los trabajadores de sus prestaciones sociales, que la nueva Ley del Trabajo les ha restituido. Esta norma también prohíbe categóricamente la tercerización, vale decir, la contratación de los trabajadores a través de entes ficticios para negarles el reclamo de sus derechos. La tasa de desempleo en Venezuela es de 6%, en contraste con la desocupación de 25% en España.
En la Universidad Friedrich Schiller de Jena un estudiante me pregunta: -¿De verdad sienten los latinoamericanos la necesidad de unirse?
-Alemania fue hasta el siglo XIX una diversidad de principados antagónicos ¿Sintieron los alemanes la necesidad de unirse como una sola nación? Alemania fue hasta finales del siglo XX dos Alemanias ¿Será que sintieron los alemanes la necesidad de unificarse? ¿Y por qué los latinoamericanos no?
¿Sobre cuántas cosas más no me preguntan en todas partes? Acerca de las repercusiones de la decisión electoral en Venezuela en los procesos de integración latinoamericana, que serían significativas. Con respecto al Socialismo del Siglo XXI. Sobre las compras de armamentos, explicables cuando Estados Unidos eleva a 47 sus bases en la región y un país vecino tiene medio millón de hombres en su presupuesto militar. Acerca de una supuesta masacre de indígenas por mineros ilegales, que recorre los medios del mundo a pesar de que por ninguna parte aparece ni una sola prueba de que haya ocurrido, ni un solo desmentido ante la falta de pruebas. Acerca de las semejanzas y diferencias entre los movimientos sociales de Venezuela y América Latina y los de Europa. Los latinoamericanos también preguntamos muchísimo antes de comprender que sólo nosotros podíamos darnos nuestras propias respuestas.
Salto a Weimar, eludo la casa del cortesano Goethe y doy una larga caminata hasta el archivo del recalcitrante Nietzsche. Su marmórea mascarilla mortuoria me interroga si el Reino de la Libertad no será el paso necesario para la transmutación de todos los valores.
En el helado crepúsculo de Frankfurt, entre edificios que parecen frascos de perfume las grúas terminan el rascacielos del Banco Europeo mientras el euro se derrumba. Una señora me pregunta si es verdad que los bolivarianos preparan una ley para prohibir la minifalda.
-Sí, pero sólo a las damas suficientemente ingenuas para creerlo.

Consulte también:
http://luisbrittogarcia.blogspot.com 
(Por Atilio A. Boron) La batalla de Ayacucho, librada el 9 de diciembre de 1824, selló el destino del imperio español en América del Sur. El Gran Mariscal de esa heroica batalla, Antonio José de Sucre, en su arenga final a los soldados pronunció las siguientes palabras: “de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur; otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia.” El próximo 7 de Octubre Nuestra América se encamina hacia una segunda batalla de Ayacucho. Las elecciones que se lleven a cabo en la República Bolivariana de Venezuela tienen, como el heroico combate librado en tierras peruanas, una extraordinaria resonancia continental. Un triunfo del presidente Hugo Chávez Frías fortalecería los aires de renovación política, económica y social que recorren América Latina y el Caribe desde finales del siglo pasado y que nos han permitido dar importantes pasos hacia nuestra segunda y definitiva independencia. Su derrota, en cambio, implicaría un fenomenal retroceso no sólo para Venezuela sino para los países del ALBA y, además, para toda Nuestra América.
Las chances de un desenlace tan desafortunado son muy bajas, pero no inexistentes. Casi la totalidad de las encuestas, aún las más afines con la oposición, dan como ganador a Chávez. El disenso viene a la hora de estimar el margen de su victoria, que dependerá de factores circunstanciales propios de la jornada electoral. Sobre todo, de la proporción de votantes que acudirá a las urnas, cosa que puede verse afectada, por varios factores: el decaimiento del fervor militante de los cuadros medios del chavismo que movilizan y organizan a la base popular; el atosigamiento y la confusión intencionalmente sembrada por los medios de la derecha que dominan el espacio público; la apatía luego de un tenso y complejo período pre-electoral; el temor y la desactivación política que provocan los permanentes ataques de Estados Unidos en algunos segmentos del electorado e inclusive por algo tan aleatorio y ajeno a la lucha política como el estado del tiempo. Un 7 O que amanezca como un día horrible y lluvioso puede hacer que algunos chavistas prefieran quedarse en sus casas, dando por descontado el triunfo de Chávez; un bello día cálido y soleado puede hacer que otros tantos decidan ir a disfrutar de algunas de las bellísimas playas con que cuenta Venezuela. En ambos casos, el principal perjudicado por la deserción ciudadana sería Chávez, desincentivado su electorado de ir a votar por la certidumbre de la victoria de su líder, proclamada, temerariamente por quienes se suponen que juegan a favor del gobierno. Por eso Chávez ha dicho, con razón, que “nuestro peor enemigo es el triunfalismo.” Si la concurrencia a las urnas de los chavistas suscita algunos interrogantes, la derecha en cambio ha logrado solidificar un núcleo duro que está dispuesto a todo y que irá a votar bajo cualquier circunstancia. Los 3.200.000 que participaron de la interna que eligió a Capriles como candidato es un dato cuya importancia mal podría ser subestimada. Ese núcleo duro no le alcanza para ganar, pero si para librar una fuerte batalla. Para resumir: si el 7 O el multitudinario enjambre de organizaciones populares del chavismo logra que sus bases sociales se vuelquen en masa a las urnas el amplio triunfo de Chávez está asegurado.
Pero aparte de la tasa de participación electoral hay otros factores que también cuentan. En sus últimos discursos el presidente ejerció una noble y valiente autocrítica en relación a la gestión oficial, misma que podría haber desalentado a cierto segmentos de sus seguidores. Sin embargo, a la hora de elegir entre avanzar y profundizar por el camino de la Revolución Bolivariana –que ha construido un país muchísimo más justo y democrático, dando esperanza a sectores que antes no tenían ninguna- o retroceder y perder todo lo ganado, cosa que obviamente ocurriría ante una eventual triunfo de Capriles, aún los desafectos e irritados por algunos problemas de la gestión (como la inflación y la inseguridad, entre otros) seguramente renovarían su confianza en el proceso bolivariano. Saben, y si no lo saben lo intuyen, que con el triunfo de Capriles se volvería atrás una página de la historia y que Venezuela se convertiría en un nuevo protectorado de Estados Unidos; que sus inmensas riquezas petroleras serían saqueadas sin pausa por el imperialismo norteamericano, obsesionado por recuperar el absoluto control de un elemento como el petróleo del cual grandemente depende el modo americano de vida y su propia seguridad nacional. Esa y no otra es la verdadera misión de las 14 bases militares estadounidenses que han construido un intimidatorio cordón sanitario rodeando todo el territorio de la República Bolivariana y perturbando el normal funcionamiento de sus instituciones democráticas. (Cabe preguntarse: ¿cómo sería el proceso electoral norteamericano si el país estuviera rodeado por 14 bases militares de un país hostil, que caracterizara año a año a Estados Unidos como un santuario de terroristas?) Saben también que se acabarían los programas sociales que ciudadanizaron a millones de personas, que universalizaron el acceso a la salud y la educación como jamás antes; que se reinstalaría la corrupta partidocracia que gobernó a lo largo de casi todo el siglo veinte sumiendo en la pobreza a millones en uno de los países potencialmente más ricos del mundo y que los factores que dieron origen al “Caracazo” de 1989 serían una vez más puestos en funcionamiento.
En el plano internacional la derrota de Chávez alimentaría la contraofensiva del imperialismo para aplastar el espíritu rebelde y la voluntad contestataria que se apoderaron de muchos países de la región y que dieron lugar a la derrota del ALCA en Mar del Plata en el 2005. A raíz de ello una noche negra descendería sobre Nuestra América. Por todas estas razones decimos que las elecciones del próximo domingo tienen un significado histórico análogo al que, en su momento, tuvo la Batalla de Ayacucho: de su resultado depende el futuro de América Latina y el Caribe. Si el campo popular no es consciente de su enorme importancia, la derecha y el enemigo imperialista lo son y a plenitud. Por eso hace meses vienen pregonando que “habrá fraude”, aunque el Centro Carter y el propio ex presidente Jimmy Carter hayan declarado hasta el cansancio que el sistema electoral de la Venezuela bolivariana es uno de los mejores y más transparentes del mundo, superior, recalcaba Carter, al de los Estados Unidos. Esto no es casual: el coro desafinado de estos críticos -omnipresentes en toda la prensa hegemónica de las Américas, en sus diarios tanto como en sus radios y canales de televisión, todos repitiendo el mismo guión- no hace otra cosa que preparar el clima ideológico que justifique el desconocimiento del resultado electoral, la desestabilización política y eventual sedición de algunos grupos y regiones ni bien el veredicto de las urnas ratifique el triunfo del Comandante Chávez. La oposición antichavista no está compuesta por competidores leales que comulgan con el juego democrático. El propio Capriles fue uno de los energúmenos que intentó tomar por asalto la embajada de Cuba en Caracas cuando el golpe de estado del 2002 para ajusticiar a los chavistas allí refugiados, algo que ni Videla ni Pinochet se atrevieron a hacer durante sus respectivas dictaduras. Es difícil que una coalición cuyo líder posee semejantes cualidades acepte hidalgamente el previsible revés electoral. Por eso habrá que estar muy preparados, dentro y fuera de Venezuela, para defender desde las calles y plazas y de inmediato el triunfo obtenido por Chávez en el escenario institucional. A nivel internacional será necesario manifestar sin demora alguna la solidaridad de los movimientos sociales y fuerzas políticas de izquierda con Chávez, y exigir a los gobiernos de la UNASUR que comuniquen a los derrotados que cualquier intento de desestabilización o golpe de estado condenaría a los golpistas al ostracismo y que Venezuela en ese caso se convertiría en un paria internacional. No creemos que sea necesario porque, insistimos, el triunfo de Chávez es un hecho. Pero sería bueno adoptar una actitud de permanente vigilancia y movilización. Porque, como lo recordaba sabiamente el Che, “a los imperialistas (y sus lacayos vernáculos) no se les puede creer ni un tantico así.”


El Plan B de la derecha después de la derrota.

Por Narciso Isa Conde

La victoria bolivariana en las votaciones luce bien asegurada.

El problema es que la contrarrevolución cuenta con un PLAN-B ( desestabilizador ) relacionado con los resultados de las votaciones.

Un triunfo aplastante de Chávez le crearía una enorme dificultad a su inmediata instrumentación y abriría una nueva oportunidad  para profundizar la revolución hacia el socialismo.

Una victoria moderada del “chavismo” posiblemente no detendría el intento  sedicioso, pero reduciría su efectividad.

Un triunfo de Chávez por poco margen le serviría a las derechas para crear una situación de alta peligrosidad, que solo podría ser contrarrestada con una incontenible avalancha bolivariana político-militar. Algo posible y probable.

El alerta es válido y el plan de contra-ataque popular  imprescindible.

 Es demasiado importante lo que está en juego en estos días y un poco más allá en la Venezuela y en nuestra América.

Decimos ahora y  más allá,  proyectando esta coyuntura hacia las elecciones de Alcaldes y Gobernadores fijadas para diciembre,  en las que las expectativas no son tan alagüeñas para el PSUV y aliados como en las de hoy; dado el contraste entre el imponente liderazgo de Chávez y las debilidades de ciertas candidaturas oficialistas a nivel intermedio, por  el impacto negativo de la corrupción, la ineficiencia y los privilegios burocráticos.

A eso se agregan los enormes recursos mediáticos, económicos e ideológicos- culturales manejados por las derechas con gran desenfado, en tanto el proceso revolucionario todavía no ha atacado con la debida profundidad y contundencia las bases del capitalismo venezolano: la gran propiedad privada, la ideología, los grandes medios de alienación, la cultura rentista-consumista petrolera,  el mercado y la especulación capitalista.

 En ese contexto los componentes mas agresivos de la alianza oligárquica-imperialista, conectada con la extrema derecha colombiana (uribista), están procurando ejecutar ese plan en conexión con estos comicios; mientras los “moderados”, previendo una derrota electoral significativa, se inclinan por fortalecerse cara a los comicios estaduales y municipales de diciembre, con el propósito de cercar institucionalmente al Presidente Chávez y luego intentar el  remate.

De todas maneras el PLAN B -a breve plazo o a futuro- persigue crear las condiciones internas para una agresión externa tipo Libia. 

No hay que olvidar que la multi-crisis del capitalismo, sus carencias, militarización y determinación de apropiarse por la fuerza de recursos naturales vitales para su existencia que posee Venezuela, alimenta su voracidad y agresividad. Y esto solo se contrarresta incrementando el respaldo popular, radicalizando el proceso, socializando en mayor escala y superando las deformaciones burocráticas, estatistas y/o pro-socialdemócratas  que lo debilitan.

Domingo 7-10-12

________________
Chávez: te prevenimos
Por Manuel José Montañez Lanza
  

Sábado, 06/10/2012 

Alerta. Vista la inminente derrota del aspirante a ocupar Miraflores, sus asesores internacionales convocaron con la urgencia que el caso amerita, una reunión a principios de esta semana con la plana mayor del Comando de Campaña Venezuela.

La misma fue dirigida por la representante de Freedom House para nuestro país, la Sra. Viviana Giacaman, quien a la luz de lo anterior instruyó lo que serían las acciones a desarrollar el mismo día de las elecciones; acordándose poner en práctica el denominado, Plan para Defender el Voto de la Oposición, que consistiría en:

1. Garantizar y asegurar la movilización del voto de la oposición lo más temprano posible.

2. Realizar campaña de desinformación hacia el exterior, dirigida a presentar una imagen de una supuesta ventaja del candidato opositor frente al Comandante Presidente; para lo cual pretenden a partir de las 12 del mediodía comenzar envíos masivos de Twitter hacia el exterior “informando” que la tendencia es a favor del candidato Capriles y a partir de las 2 pm los mensajes vía Twitter estarán dirigidos a consolidar una matriz de opinión según la cual, la tendencia en favor de Capriles sería irreversible y a partir de las 4 pm, los mensajes enviados por Twitter informarían sobre la victoria de Henrique Capriles Radonski.

Más. A partir de ese momento, las agencias de prensa internacional (ya cuadradas), comenzaran a anunciar la victoria del candidato de la oposición y simultáneamente, la oposición se arrojaría a las calles para festejar la victoria de su candidato para de esta forma tener movilizadas sus fuerzas de manera que cuando el CNE anuncie los resultados oficiales (en la obvia victoria del Cdte., Hugo Chávez), inmediatamente ellos cantarían fraude.

Continúa. En ese sentido, grupos de estudiantes de movimientos neofascistas como: “Voto Joven”, “Defiende tu Voto” y “Manos Blancas”, organizarían “focos” a través de los cuales realizarán múltiples acciones de protestas en las calles para crear actos de violencia y vandalismo que según ellos, obligarían a ejercer la represión por parte del Plan República.

Otra. Los responsables del cumplimiento del macabro Plan, serían Armando Briquet, Alejandro Silva y Leopoldo López.

Finalmente. La Sra. Viviana Giacaman, informó a sus “subalternos” políticos, que ella estaba en contacto permanente con sus jefes en Washington; así como, con otras organizaciones y Ong´s norteamericanas, asegurando a los asistentes de esa reunión, que ya tenían todo listo a los fines del necesario lobby por ante el Departamento de Estado y la Casa Blanca, con el objeto de garantizar que el Presidente Barack Obama (una vez haya caído en la trampa desinformativa montada por ellos), termine ordenando se oficialice una Declaración Pública (prevista para las 18:00 horas hora de Venezuela), según la cual su Administración reconocería la supuesta victoria de Capriles Radonski. De allí a un escenario de guerra, tipo Libia o Siria, sería un “soplar u hacer botella”. 


Politólogo e Internacionalista venezolano
Magíster en Seguridad y Defensa


martes, 9 de octubre de 2012

El Che a 45 años.




“Decir lo que se piensa y hacer lo que se dice”

“¿Quién era ese dulce vagabundo ocupado a tiempo completo en resolver fantasías?”

El 14 de junio el Comandante Ernesto “Che” Guevara cumplió setenta y nueve años. Para decirlo con sus propi
as palabras, pronunciadas en un homenaje a Camilo Cienfuegos: “No me gusta intervenir en aniversarios de los compañeros caídos, porque con el tiempo esto se vá haciendo una costumbre, una efeméride..., pero, tratándose de un gran revolucionario como Camilo, amerita hacerlo”. No quiero en esta nota sumarme a los homenajes fúnebres, sí mirar la lucha de clases en nuestro país, hoy, con la mirada del Ché, que nos dejó como legado principal sus ideas, su pensamiento y su ejemplo.

El 8 de octubre harán cuarenta años del asesinato del Comandante Guevara a manos de la CIA y la dictadura de Barrientos en Bolivia, pero el Che sigue al frente de las fuerzas que apostamos a un nuevo mundo, donde esos desperdicios de la historia ya no cabrán ni siquiera en el olvido de los pueblos.

Su propuesta: “Decir lo que se piensa y hacer lo que se dice”, expresa sus valores de ética y moral combativa, su calidad de militante que nunca eligió el camino más fácil, sino el camino revolucionario para resolver cualquier objetivo, fuera éste grande o pequeño. Por eso el pensamiento y la práctica del Che tienen absoluta vigencia y actualidad.

Su aguda visión de la lucha de clases le hizo encarnar con su vida -ese es el ejemplo más duradero- una estrategia, un programa y un estilo de lucha por el poder para construir una sociedad alternativa; no sólo ni tanto por su crítica y su elaboración de un socialismo que en nada se parece a las simplificaciones estatistas y economicistas de la antigua Unión Soviética y el este europeo, sino por el rol de las masas populares, quienes a la vez que transforman las relaciones de propiedad se autotransforman, desalienándose y construyendo el Hombre y la Mujer Nuevos, dando sentido y razón a la lucha por el poder. La idea del Che: “El socialismo como sistema de repartija económica no me interesa, sí como fundador de una identidad humanista revolucionaria”, es uno de sus aportes originales al desarrollo del marxismo como ciencia y arte de la revolución.

Otra contribución principal es el recuperar -como determinante- la cuestión del factor subjetivo: acción consciente y organizada de las masas populares, que cambian al mundo con la revolución, sin esperar la “maduración gradual de las condiciones materiales objetivas” como se justifica el posibilismo. Por eso los reformistas acusan al Che de “Quijote” y “aventurero”. El demostró -sin ninguna concesión al dogmatismo, al sectarismo ni a la adaptación posibilista- que el desarrollo del factor subjetivo, esto es el rol consciente de las masas, exaspera todas las contradicciones y acelera la maduración de la situación revolucionaria, aun cuando la base material -económica- no haya llegado al punto culminante de la crisis, como lo confirmaron con su compañero de pensamiento y lucha, el Comandante Fidel Castro.

Es actual y muy rico su aporte teórico. El marxismo concibe a la teoría indisolublemente ligada a la capacidad de transformar, enfoque antagónico a toda abstracción especulativa o vulgarización repetitiva. De ahí su originalidad de concebir al marxismo con un enfoque integral, regresándolo a su verdadero lugar: teoría crítica del capitalismo y práctica revolucionaria creadora. El Che sale al encuentro de las visiones marxistas “oficiales”, del teoricismo académico y de las autoproclamadas “vanguardias”, que coinciden en privilegiar aspectos parciales, llevando, por uno u otro camino, al predominio del fatalismo histórico, el cual refiere todo el problema al mayor o menor desarrollo de la base material, del factor objetivo.

Valoró el papel de la unidad de la izquierda, en el marco y como parte de la unidad férrea del campo popular, entendiendo dicha unidad como un gran aporte a lograr el ascenso de vastas masas a una política propia, históricamente independiente y con una perspectiva explícita de lucha por el poder: “...ahora, los explotados y vilipendiados del mundo han dicho basta y han echado a andar”. Tuvo una firmeza intransigente acerca de la necesidad histórica de un partido revolucionario de combate para representar políticamente a los oprimidos, tomar todo el poder del Estado y hacer la revolución para construir el socialismo, dando a un lado las propuestas de solo “reconstruir el tejido social” y la prédica del apoliticismo y la desorganización. Todo ello, junto a su internacionalismo consecuente, expresado en Cuba, el Congo y otras geografías, y sintetizado en sus planteos: “...luchar contra cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”, o “...crear uno, dos, tres, muchos Vietnam”, son componentes de esa originalidad.

Ernesto Guevara elaboró un enfoque riguroso del antiimperialismo, manifestado, por ejemplo, en su actuación en la Conferencia de Punta del Este, donde hizo una crítica demoledora a la llamada “Alianza para el Progreso”, -“para el regreso” la bautizó- que inventó el imperialismo yanqui como maquillaje de la dependencia e intento de llevar las luchas populares a un camino sin salida. 

Igualmente lo expresó con claridad meridiana en el discurso de Argel, el 24 de febrero de 1965: “Desde que los capitales monopolistas se apoderaron del mundo, han mantenido en la pobreza a la mayoría de la humanidad, repartiéndose las ganancias entre el grupo de los países más fuertes. El nivel de vida de esos países está basado en la miseria de los nuestros; para elevar el nivel de vida de los pueblos subdesarrollados hay que luchar, pues, contra el imperialismo. Y cada vez que un país se desgaja del árbol imperialista, se está ganando no solo una batalla parcial contra el enemigo fundamental, sino también contribuyendo a su real debilitamiento y dando un paso hacia la victoria definitiva”. Hoy, con la mundialización irrestricta de la circulación del capital financiero especulativo, pomposamente llamada “globalización” -que pretende justificar la extracción ampliada de plusvalía laboral y nacional a los pueblos, además de depredar el medioambiente planetario- estas caracterizaciones que hizo el Che son aún más vigentes que en 1965.

El Che es un referente indiscutido de los pueblos. Lo es por su pensamiento y acción y por su mística, que lo llevó a anidar en el corazón de vastas masas como mito laico moderno, lo que fortalece la subjetividad y la confianza en la lucha, además de humanizar la acción política y derrotar los antivalores posmodernos que aíslan y achatan a las personas.

Porque era un revolucionario cabal se hizo marxista. Porque dominó en profundidad al marxismo, y lo innovó, se pulió como revolucionario íntegro. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el guevarismo es una muy sólida base para el desarrollo creativo del marxismo en el siglo 21.

Los luchadores de hoy nos esforzamos porque el Che, como guía, presida nuestra militancia cotidiana a partir de nuestra más firme aspiración a seguir su ejemplo, a emularlo en la lucha política-ideológica y a construirnos a la altura de revolucionarios que él reclamaba.

Rogelio Roldán
19-9-2007

sábado, 29 de septiembre de 2012

El enemigo es un poco más grande que Clarín

En ocasión de la charla brindada por Luis Suárez Salazar en el Cefma, el secretario del Partido Comunista argentino, Patricio Echegaray, invocó la memoria del recientemente fallecido historiador marxista británico Eric Hosbawm: “Él llamaba a no perder la curiosidad, por lo que hay que volver a la edad de los por qué. Cuando uno se pregunta por qué pasan las cosas se encuentra con que la realidad nunca es la misma”, por eso “sugiero que nos preguntemos cuáles son las ideas fundamentales del Che que nosotros estamos utilizando en nuestra política, en nuestra cultura, para hacer caracterizaciones respecto al gobierno y tomar posicionamientos”.
Refiriéndose a Guevara reflexionó que “si hay algo en la visión guevarista del mundo, de la política y de los cambios, es el internacionalismo” y que “incluso el Che es uno de los grandes teóricos modernos del pensamiento revolucionario, que tomó el marxismo, el leninismo, a Gramsci y a Mao Tsé Tung y que estudió todo el proceso revolucionario con una gran pasión científica”. Agregó: “el Che iluminó todos los enfoques del marxismo”. Luego, Echegaray especificó que “el tema del internacionalismo en nuestra política es fundamental al punto que tenemos que ubicar que valoramos de este gobierno el gran hecho de que fue capaz de romper con las relaciones carnales del menemismo”. En este punto, aclaró: “No se olviden que se venía de las relaciones carnales, lo que era una discontinuidad en el peronismo, porque es verdad que Perón ubica que la Argentina, si quería desarrollarse, si se proponía ser potencia, chocaba objetivamente con Estados Unidos y si bien es cierto que se puso muy de moda aquello de ‘ni yanquis ni marxistas’, también es cierto que Perón abrió las relaciones comerciales con la Unión Soviética”.
Echegaray recordó algunos conceptos presentados con antelación por Suárez Salazar, como el de la plutocracia actualmente en el poder.
“En el tema del imperialismo y la plutocracia hay mucho que trabajar. En los gobiernos del capitalismo llamado ‘humanizado’ la tendencia es edulcorar y esperanzarse de que con el imperialismo es posible llegar al entendimiento, que es posible obtener una comprensión y que se le pueden hacer algunas concesiones, como la Ley Antiterrorista. Por eso acá la economía se debate en una situación sin salida. El tema es cómo hacemos para tocar los intereses de las 370 empresas que manejan la economía argentina, que son mayoritariamente norteamericanas, a las cuales casi no se les cobra impuestos.”
Asimismo, el secretario del PCA opinó sobre el amotinamiento disfrazado de protesta gremial que la semana pasada encararon prefectos y gendarmes: “estamos con una fogata en el centro de la ciudad”. Y pidió: “No nos comamos el ‘discurso 6-7-8’, que dice que el enemigo fundamental es Clarín, el enemigo es un poco más complejo, más grande y con una cantidad de recursos más extensos que los de Clarín, que es una parte del imperio, pero hay fuerzas armadas donde el imperio tiene su peso. Y está el poder económico, que no ha sido tocado para nada”.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Los Caceroludos no salieron por Julio López.


La marcha del yo

Eduardo Aliverti

Unos  por  poco.  Otros,  por  demasiado.  Y  una  ¿menudencia?,  con  tanto  de hipocresía como de ingenuidad. Esas podrían ser algunas de las definiciones que caben a lo sucedido el jueves a la noche.
El “poco” atañe a quienes, desde el Gobierno y sus alrededores, minimizaron por completo la magnitud de la protesta. Al margen de discusiones bizantinas sobre el número  aproximado  de  manifestantes,  fue  mucha  gente.  Mucha.  No  provino  con exclusividad de los barrios acaudalados. No fue sólo en Buenos Aires. Vamos: con ese mismo volumen de muchedumbre, si es del palo decimos que fue imponente. O, por lo menos, que revela la fuerza popular del modelo siendo que ya lleva casi diez años. Y también es veraz que el origen estuvo en las redes sociales, porque no podría haber sido de otra forma a partir de que la oposición dirigencial no existe. Este último dato, en gran medida, es lo que llevó a desmerecer la convocatoria porque su proyección sería  nula, al carecer  de  quienes  la  articulen.  Pero  eso  no significa  que  deje  de prestársele atención. Si es verdad que “siempre volveremos”, como dijo la Presidenta,
también lo es que siempre amenaza la existencia de un núcleo de derecha, activo en
más o en menos según las épocas; y conformado por factores de poder que se nutren
del privilegio propio, junto con la tilinguería que les hace el coro. Eso está y que sea un
paquidermo medio dormido, o espontaneísta, no quiere decir que deje de ser un
elefante.  Tienen  recursos,  ya  lo  demostraron  en  2008  y,  precisamente  por  no
habérselos atendido, se sufrió una derrota que pudo haberse evitado. De esa pérdida se
salió fugando para adelante, cuando nadie lo apostaba. Y es eso lo que vuelve a
imponerse: a más reacción, más acción. Lo de la re-re es una estrategia equivocada
que les proporciona gimnasia aglutinante. Es lo único de que pueden valerse y por eso
lo amplifican.
Del  “demasiado”  no  parece  que  haga  falta  agregar  mucho.   Colegas  de  la
oposición llegaron a permitirse la extravagancia insultante de comparar el jueves a la
noche con 2001. Más de veinte muertos por la represión, cincuenta por ciento de
pobres  e  indigentes,  un  país  incendiado,  fueron  entusiastamente  asimilados  a  un
montón de miles que salieron a pedir “libertad”. La libertad que estaban ejerciendo sin
ningún problema. Se les confirió a los ruidosos la categoría del total de la sociedad, o
de su grueso relevante. Quizás baste y sobre con lo que se le escuchó a un salame
televisado, en rol de conductor, al momento de la desconcentración. Alertó que debía chequearse cómo andaba el Roca, porque los protestadores tenían que volver al sur del
conurbano y esa línea de tren había sufrido inconvenientes durante el día. El tipo se
pegó un viaje hasta el 17 de octubre del `45. Se creyó que andaba viendo las patas en
la fuente de Plaza de Mayo, con las masas indignadas cruzando el Riachuelo. Un tipito,
pero emblematizó la visión de los agentes de prensa que compraron o vendieron estar
ante una gesta épica, inolvidable, determinante.
Queda el tercer aspecto, que se cuela entre esos extremos de los que ningunean
lo ocurrido  y quienes le otorgan un valor histórico. Es un componente  que viene
desarrollándose  hace  cierto  tiempo,  estimulado  por  el  discurso  de  los  medios
opositores. En todo caso, el cacerolazo lo potenció. Los reaccionarios orgánicos se valen
de él porque es una fachada que les permite predicar sus intereses sin retruque
probable, al ser un argumento cuyo mentís es de altísima incorrección política. Pero
también habrá los preocupados legítimos. Gente agotada o inquieta, por ejemplo frente
al hecho de espaciar relaciones, o directamente perder amistades, porque cada vez que
salta lo político  -y no hay forma de que no salte, por un lado o por otro y más
temprano o más tarde- los choques son irreconciliables. Este tercer elemento es eso de
la división de los argentinos. De los riesgos de profundizar las diferencias, de fijarnos en
lo que separa antes que en lo unificador, de no promover el consenso. Eso de que la
confrontación es buscada adrede y no como producto del intercambio de ideas. Eso de
que pueblo dividido es sinónimo de sociedad que no avanzará nunca. Eso de que en
una democracia no hay enemigos sino adversarios. Pues bien: uno ya está harto de
estas boludeces monumentales y cree que es hora de salirles al cruce, porque de lo
contrario se asienta un embuste que impide debates serios. ¿Desde cuándo resulta que
la política no es conflicto invariable y progresivo, si es que realmente hay pugna
ideológica y no una escenografía institucional de cartón? ¿O es tan difícil darse cuenta
de que estos sectores afiebrados por la necesidad de diálogo -para concederles candorson el árbol genealógico de la oligarquía, de las masacres de toda nuestra historia, de
las dos toneladas de bombas sobre civiles indefensos en junio del `55, del genocidio del
`76, del  sultán  riojano  que  añoran,  de  la  deuda  externa  que  socializaron,  de  la
propiedad agropecuaria nacida en cada oreja de indio entregada a las huestes de Roca?
¿De qué diálogo y de qué dictadura hablan? ¿Así que el pueblo fue y es su enemigo,
pero para el pueblo deben ser sus adversarios democráticos?
El sacerdote quilmeño Eduardo de la Serna, coordinador del Grupo de Curas en
Opción por los Pobres Argentinos, le remitió al firmante un texto de sencillez y precisión
arrolladoras, hoy publicado por Página/12, en esencia sobre los cánticos, consignas y
cuestionamientos vertidos el jueves. En su mayoría, aunque lícitos de expresar, eran
totalmente individuales. Y cita. “Quiero salir a la calle sin que me roben”, era el planteo
acerca  de  la  “inseguridad”  en  reemplazo  de  la  seguridad  como  bienestar  social.
“Quiero poder viajar”, como si los millones de pobres hubieran podido ir al extranjero
sin que nadie levantara la voz a favor de ese derecho. “La multitudinaria `marcha del
yo´, preocupada por `mis´derechos, se manifestó coherentemente en que cada `yo´
tenía su propia consigna; no había un `nosotros´, un `Pueblo´, salvo en el extraño
momento en que se cantó aquello de `si éste no es el pueblo…´ (que dicho sea de
paso, al igual que respecto de haber coreado que el pueblo unido jamás será vencido: dejen de robar emblemas de izquierda para aplicarlos a que no pueden conseguir
dólares). (…) Pocas cosas me parecen tan clásicas de la `clase media´ argentina como
su `amor al yo´, el mismo de Sri Sri, el mismo del `yo, argentino´, del `no te metás´,
del `por algo será´, del `en algo andaría´. Multitudinarios `yoes´que pareciera que
nunca pueden mirar un `nosotros´. Hace ya 200 años que estamos habituados a
convivir (?) unos y otros, puerto y pueblos, civilización y barbarie, blancos y negros…
De Proyectos se trata. Pero mientras unos insinúan siempre el deseo del voto calificado,
otros proponen ampliación de derechos aunque los calificados (o clarinificados) no
tomen nota. Total, se han copiado siempre”. Puede agregarse que cuando hay muchas
consignas termina no habiendo ninguna, como no sea una expresión de malhumor. De
odio de clase. Finalmente, de impotencia.
Este editorial termina en primera persona, como es de estilo y pertinente aclarar
cuando un periodista -más aun en rol opinativo- se dispone a violar una regla básica de
la profesión.
Me importa una infinidad cantidad de carajos, y no soy más grosero solamente
para no abusar del efectismo, tener el más mínimo grado de consenso con esta gente.
Casi desde que el mundo es mundo, el mundo se divide en clases. Y en las más
postergadas, por obra de las dominantes de la pirámide y sobre todo en las medias,
que son el jamón del sándwich, hay franjas asemejadas que hasta salen a la calle para
defender intereses que no les son propios sino de quienes las sojuzgan. Ante esa
verdad incontrastable se puede creer que vale convencer a los privilegiados y a sus
loritos por vía del “diálogo”, siempre desparejo gracias a los medios de comunicación
que pertenecen a la clase de punta. O practicar el “centralismo democrático” de dar la
batalla a través de los hechos, tal y como toda la vida hicieron ellos. No quiero saber
absolutamente nada de pacificar relaciones con esta gente. No quiero ni diálogo ni
consenso con quienes vociferan “yegua, puta y montonera”. No quiero sentarme a
soportar, ni por un solo segundo, a los que quieren para Cristina el final de De la Rúa.
Me repugna que salgan a manifestar muchos de los que hace poco más de diez años
canturreaban que entre piquetes y cacerola la lucha era una sola, porque les habían
pasado la cuenta de la fiesta de la rata. No quiero saber nada con esa gente que a la
primera de cambio apoyaría el golpe militar del que ya no disponen. Quiero tener con
ellos una profunda división. Y concentrarme en de cuál manera se garantizaría mejor
que se hundan en el fondo de su historia antropológico-nacional, consistente en que el
negro de al lado no porte ni siquiera el derecho de mejorar un poquito.
Quiero a esa gente cada vez más lejos. Y cuanto más los veo, más seguro estoy.

MARCA DE RADIO, sábado 15 de septiembre de 2012.